Filosofía

Epicteto fue un filosofo estoico muy admirador de Sócrates, y así como su pensamiento nos ha llegado gracias a su discípulo Platón, conocemos el de Epicteto gracias a Lucio Flavio Arriano que escribió varios textos como el “Manual de Epicteto“, del que se comentará más adelante, y “Disertaciones de Epicteto“, texto que trata sobre la verdad, la mentira y las apariencias.


La principal preocupación de Epicteto fue la ética y la moral, común en los estoicos. Pretendía enseñar a los hombres la manera correcta de vivir, cada uno debe tener control sobre sí mismo, cada uno es lo que ha elegido. Según Epicteto tenemos la facultad de elegir entre el bien y el mal y nuestro Destino está en nuestras manos.


El objetivo del Manual de Epicteto no es otro que la enseñanza moral y ética al hombre para llevar una buena vida. Enumera una serie de reglas que todo hombre debería seguir para ser una persona correcta y feliz y que en ningún momento se vea afectada por lo “externo”.


Epicteto comienza hablando sobre lo que está y lo que no está bajo nuestro control. Bajo nuestro control estarían nuestras opiniones, preferencias, deseos y aversiones, por otro lado, el cuerpo las riquezas, la reputación, las autoridades, es decir, todo lo que está influido por nuestras acciones estaría fuera de nuestro control. De acuerdo con esto, según su parecer, las personas que deseen bienes que están fuera de su control se sentirán desdichados e infelices, por lo que lo que quiere enseñar es que sólo ansiemos conseguir aquello que está bajo nuestro control y rechacemos lo que no, de este modo lograremos la felicidad y la libertad.
Otra regla importante que Epicteto quiere enseñarnos es que no nos sintamos orgullosos de cosas que nos pertenezcan, como un caballo hermoso sino por aquellas que son realmente nuestras y no bienes ajenos a nosotros mismos.


Una cosa que se realza mucho en el manual es que lo más importante no es el cuerpo, sino la mente, aunque seas manco y te veas impedido para ciertas cosas tienes que pensar que solo tu mano está limitada pero nunca lo estará tu voluntad. Hay que prestar mayor atención a la mente, no nos pueden perturbar las cosas externas, no puedes dejar que los demás te controlen.
La mente domina sobre el cuerpo.

Epicterto también habla constantemente en el manual sobre la tolerancia y discreción que el hombre debe mostrar en todo momento, debe respetar las opiniones de los demás y no ir pavoneándose de sus conocimientos.
Respecto a la vida del hombre, describe a éste como el actor de un drama que se limita a desempeñar el papel que se le ha dado, la elección de este papel es trabajo de “otro”.


Finalmente, Epicteto nos explica que sean cuales sean las reglas morales que nos propongamos debemos respetarlas como si fuesen leyes, sólo así lograremos hallar la felicidad.
Personalmente, no sé si realmente siguiendo estás normas que propone, se puede llegar a ser una persona enteramente feliz, pero si no es así creo que nos acercaríamos bastante a la felicidad siempre y cuando todo el mundo hiciera lo mismo. Pero siendo esto prácticamente imposible creo que estoy en contra en algunas de las reglas de Epicteto, como por ejemplo el la que el hombre debe de ser una persona discreta y callada. En cierto punto estoy de acuerdo con él, pero pienso que en ciertas circunstancias hay que mostrar nuestro punto de vista aunque contradiga las opiniones de los demás, y no digo que no haya que ser tolerante sino que en ocasiones en las que se cree la mentira hay que saber manifestarse en contra de esa idea. Esto es lo que pienso según mi parecer, pero prácticamente en el resto de cosas que pretende enseñar estoy de acuerdo, y creo que todos deberían aplicarlas en mayor o menor medida en muchos momentos de su vida.


Laura Ruiz.