Si tuviese que tomar una frase de este texto como clave principal sería esta:
Nuestra época es, dicen, el siglo del trabajo; es en efecto el siglo del dolor, de la miseria y de la corrupción.
Al principio de este texto se nos muestra la sociedad desde otro punto de vista, en realidad invierte la idea de desarrollo que nos han impuesto los países que “supuestamente han progresado”. Pero en el fondo esta nueva idea es totalmente razonable, ¿qué tiene de bueno el trabajar?, ¿quiénes trabajan en realidad y por qué?.
Para responder a algunas de estas preguntas se remontan a los griegos y a su sabio estilos de vida (en aquellos tiempos el trabajo físico sólo estaba permitido a los esclavos), a dioses como Jehová que después de 6 días de trabajo descansó toda la eternidad (¡¡¡trabajo totalmente opuesto al del dios cristiano ya que este último descansó 1 día de 7!!!).
Y como razón absoluta.... ¿qué demonios se ha ganado con el trabajo?
Para los dictadores ha sido una manera de someter a sus ciudadanos, se comparan las cárceles con aquellas empresas manufactureras inglesas que se enorgullecían de su trabajo, pero todavía peores ya que encarcelan a mujeres y niños, y para rematar estos lo piden como ¡¡derecho al trabajo!!.
Así se ha impuesto como legal el trabajo, realmente es un invento capitalista, pero decir esto me hace parecer comunista. PQ? Tanta connotación negativa proviene de cerdos que se han aprovechado de la gente, pero en el fondo, una comunidad que trabaje lo justo para sobrevivir comodamente compartiendo y siendo realmente todos iguales sería LO MEJOR.
Y es que también la propia definición de riqueza nos ha sido impuesta por los paises "que han progresado". La riqueza económica enorgullece a lugares como Londres, Norteamérica . . . Pero como dice esta frase dicha por un economista (a la que se le suele dar más importancia que a las palabras del filósofo):
"Es en las naciones pobres donde el pueblo vive con comodidad; es en las naciones ricas donde es, comúnmente, pobre".
Lo que más me destaca de este texto es la forma de ridiculizar al proletariado (clase social más baja en la época moderna), pero claro que se ajusta a sus ideas. En tiempos de abundancia el pueblo no hizo más que trabajar para servir a la clase alta al igual que en tiempos de crisis, pero en esta época, además, se resignan a pasar hambre, a las enfermedades. . . sin echar en cara la abundancia de los nobles a los que han servido y siguen sirviendo.
La mayor parte de lo que construyen y crean con sus manos, destrozadas por el esfuerzo, van a parar a las manos suaves e intactas de señoritos que los desprecian.
También les echan en cara que rivalizan con las máquinas cuando lo que se supone que tendrían que hacer es descansar en proporción a lo que le alivia la máquina, pero al trabajar lo que se hace es relentizar este desarrollo porque, aparte de la oposición del pueblo, habría un desajuste en la sociedad que se pagaría muy caro por parte de las empresas. Pero nuestro ideal humanitario nos hace todavía peores, tenemos tan asimilado el derecho al trabajo que por pena se les concede a los obreros, de forma tanto legal como ilegal y esto influye en la calidad de las mercancías.
Lo verdaderamente horrible es ver como toman a parte de la población de la clase baja (burguesía) que merecía la pena (producción últil) y los condena a el sobreconsumo y la improductividad. Lo que debería hacerse es repartir el trabajo entre los obreros en pequeñas jornadas para asegurar una mínima cantidad de dinero, y así, todos con trabajo asegurado habría paz y seguridad entre el pueblo. Es una verdadera pena que todavía nuestro intelecto conjunto no haya llegado hasta allí.
Después de leer este texto he reconfirmado que lo que se necesita es una cambio en el sistema pero habría que correr los riesgos de una modificación para peor (algo a lo que pocos estan dispuestos por beneficio propio). De todos modos se dejará estar por que el trabajo excesivo es una estupidez ¿o no?
De Marina Simón Villegas
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