Los amish son una agrupación religiosa cristiana de doctrina anabaptista, notable por sus restricciones respecto al uso de algunas tecnologías modernas, tales como los automóviles o la electricidad, considerándolas como algo profano al ser de épocas posteriores a los siglos en los que se "estancaron". Son alrededor de 230.000 personas, principalmente en 22 asentamientos en los Estados Unidos de América y Canadá.
Los amish son un grupo cultural y étnico fuertemente unido, descendiente de inmigrantes predominantemente suizos de habla alemana. Creen en el Nuevo Testamento de una forma muy literal y se aíslan del mundo exterior. Defienden el pacifismo y la vida sencilla. Visten como en el siglo XVII o XVIII. La mayoría habla en casa un peculiar dialecto alto alemán.
La mayoría de las comunidades amish que se establecieron en Norteamérica no mantuvieron su identidad original. De hecho, la mayor parte de las comunidades tempranas decidieron abandonar finalmente su identidad amish y adquirieron gradualmente la identidad menonita.
La división más importante, que resultaría en la pérdida de la identidad amish, ocurrió durante la década de 1860. Durante esos años, los amish desarrollaron varias conferencias acerca de la manera en la que debían enfrentarse a las presiones de la sociedad moderna.
Muchos amish, especialmente los de la vieja guardia, son reconocidos ampliamente por evitar toda tecnología moderna. Evitar objetos como automóviles y televisores, o incluso la electricidad, constituyen una decisión en gran medida malentendida. Los amish no consideran que toda la tecnología sea malvada, de hecho, pueden reclamar la aceptación de ciertas tecnologías dentro del estilo de vida amish. En algunas comunidades, los líderes eclesiásticos se reúnen para analizar la admisión de ciertos elementos, en otras, esto se hace cada vez que es
necesario. Debido a que los amish, como otros menonitas, no tienen una estructura gubernamental centralizada y jerarquizada, como la Iglesia Católica Romana o las iglesias de la Comunión Anglicana, diversas comunidades a menudo tienen ideas diferentes en cuanto a qué elementos tecnológicos son aceptables y cuáles no.

La totalidad de los amish sienten la presión del mundo moderno. Las leyes sobre el trabajo de menores, por ejemplo, están amenazando seriamente sus modos de vida, establecidos desde tiempo inmemorial. A los niños amish se les enseña a trabajar duro desde una edad temprana (temprana para los estándares del siglo XXI). Los padres amish supervisan a sus hijos en las nuevas tareas para asegurarse de que aprendan a realizarlas de manera segura y efectiva. Las leyes modernas sobre el trabajo de menores entran en conflicto con la autoridad de los padres amish para decidir si sus hijos son competentes o no para las tareas arriesgadas.
Muchos amish rechazan los seguros (incluyendo los médicos), confiando únicamente en el apoyo de su iglesia y su comunidad. Un ejemplo de tal apoyo es la reparación de graneros, en la cual se reúne toda la comunidad para reconstruir en un solo día los graneros dañados por el fuego o algún desastre natural.
La comunidad Amish no suelen tener edificios religiosos, las celebraciones religiosas son de caracter privado en sus propias casas. Esta práctica deriva del Nuevo Testamento y de la ideología anabatista que cree que es mucho más seguro rezar en la privacidad del hogar.
Los Amish consideran que la Biblia es el modelo de vida a seguir. Para evitar el contacto con el mundo exterior, los Amish prefieren trabajar en casa. Además del trabajo en el campo, los Amish también se dedican a la construcción y, en aquellas zonas con gran influencia turística, se dedican al trabajo artesanal. Los artículos decorativos tienen un papel muy escaso en la forma de vida Amish.
Bibliografía: Wikipedia
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