Filosofía

Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX.
Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la deconstrucción de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó profundamente a generaciones posteriores de teólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, poetas, novelistas y dramaturgos.
Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte.

En primer lugar el texto de Nietzsche argumenta que hay dos tipos de trabajadores: Las personas poco exigentes que se conforman con un sueldo aunque el trabajo no le produzca placer y los otros trabajadores; los quisquillosos, difíciles de contentar a los que no le basta una gran ganancia si el trabajo no les produce placer. Citándonos primero a los "trabajadores vulgares", quienes buscan un trabajo que no les produce placer, estos trabajadores pueden ganar un buen sueldo pero si no disfrutan su trabajo, que es la mayor parte de su vida, porque en la sociedad actual, la mayor parte del tiempo es ocupada por el trabajo y si este trabajo no les produce placer pues no están siendo felices aunque ganen un buen sueldo.

Después nos nombra a los "trabajadores excepcionales o quisquillosos", estas personas prefieren hundirse a trabajar sin obtener placer, a estas personas no les basta con un buen sueldo, para ellos el trabajo tiene que ser la ganancia de todas las ganancias, es decir estas personas tienen que estar aprovechando el tiempo en algo satisfactorio, para este tipo de personas el trabajo puede ser rudo y duro pero mientras sea placentero están satisfechos aunque produzca una perdida de salud y posteriormente de la vida.

Nietzsche remarca en su texto el aburrimiento y el tiempo perdido donde argumenta que los trabajadores quisquillosos o sea los trabajadores excepcionales no quieren un trabajo aburrido donde estén perdiendo el tiempo, temen al trabajo cumplido sin ganas, este tipo de trabajadores prefiere un trabajo que se asocie al placer incluso si el trabajo mientras que el otro tipo de trabajador, el trabajador vulgar simplemente se conforma con un salario y gastarse ese dinero en su “tiempo libre” en el que gasta sus ganancias casi por obligación.